Razón de ser y Méritos del Grupo Juvenil Andrés Caicedo

GRUPO JUVENIL, DE ESTUDIOS LITERARIOS ANDRÉS CAICEDO:

MUCHOS BUENOS AMIGOS

Fundado en 2005 por Ángela Rosa Giraldo Cruz, Licenciada en Literatura Universidad del Valle. Con la intención de forjar en los jóvenes sentido de pertenencia ciudadana, fundamentados en la vida y obra de Andrés Caicedo y en simultánea difundir la obra y conocimientos adquiridos mediante conferencias y charlas al estilo Andrés Caicedo: Juveniles, inteligentes, ágiles, enérgicas y versátiles.

METODOLOGÍA: Lectura de la obra, recorridos por los sitios que referencian sus libros, entrevistas a quienes le conocieron, profundización en académicos especialistas de la obra. Análisis de la filmografía, discografía y bibliografía favoritas del autor. Procesos que desembocan en creaciones artísticas: escritura, teatro, música, artes plásticas, por parte de los chicos y chicas.

CONFORMADO POR: Jóvenes entre los 12 y 16 años, para quienes va dirigida la Obra de Andrés Caicedo. Cuenta con Grupo Literario, Banda de Rock y Grupo de Teatro.

MÉRITOS: Único en su género en Cali, la ciudad de Andrés. El Grupo, fue invitado al Encuentro Latinoamericano de escritores: Festival de la Palabra en Armenia Quindío (2007). Se filmó la nota para La Sub-30, capítulo Retro-rebeldía, Señal Colombia, (marzo 2009). Con el artículo: “No hay flores en la tumba de Andrés Caicedo”, el periodista de El País, Santiago Cruz, gana el Premio Simón Bolívar, debido a la entrevista que el grupo le concedió, aportando además, la ubicación de la tumba de Andrés Caicedo. Así mismo, hemos sido invitados a charlas en los colegios Liceo Benalcázar con la presencia de Vickie Caicedo, y al San Luis Gonzaga. Entre otros conversatorios en la Biblioteca Departamental de Cali.

IMPACTO:

El Grupo Caicedo, es objeto permanente de asesorías y acompañamiento para quienes del exterior o interior del país desean acercarse a la obra de Andrés, con visitas dirigidas por la ciudad.

PROPÓSITOS A MEDIANO PLAZO: Estamos en proceso del libro ensayos sobre Andrés Caicedo. (Universidad Autónoma) Sumado a lo anterior, convertiré en línea de investigación la obra de Caicedo en mis estudios de Maestría, Universidad del Valle. Además, se está diseñando el módulo de estudio y enseñanza de la obra caicediana, dirigido a Educación Media y Superior, integrado éste, a un Proyecto Cultural Macro.

ASESORES: Vickie y Rosario Caicedo (Hermanas del autor), Nelson González (el de la Orquesta de salsa Nelson y sus Estrellas), Carlos Marín (Docente Semiótica visual y director del Cine Club: Agarrando Pueblo, Universidad Autónoma Cali), Jairo Norberto Benavides (Docente en Semiología, Universidad Autónoma), María Eugenia Cárdenas (Psicóloga Universidad Javeriana), Zulema Delgado (Abogada), entre otros.

NOTA: De todo lo anterior, se tienen evidencias audiovisuales y material complementario.

CONTÁCTENOS angelarosa86@hotmail.com,

Ángela Rosa Giraldo Cruz

Gestora Cultural: Móvil: 311 396 04 64 Cali Colombia

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A Andrés Caicedo (In memoriam)a

(Fotografías: Grupo Caicedo Muchos Buenos Amigos visitando la tumba del escritor. Cementerio Metropolitano del Norte Cali. Tumba clasificada en la nomenclatura como la S. 93)

A ANDRÉS CAICEDO

(In memoriam)

Puedo imaginar, Andrés,

como te cubrieron las sombras.

Te sumergiste en un pozo

de aguas turbias

que te llevaron por los esteros

hasta llegar al inmenso mar.

Donde en aguas cristalinas

volviste a abrir tus ojos.

Tal vez quisiste escribir

unas últimas palabras

que se quedaron enredadas en tus dedos

cuando se congeló tu sangre

cayeron tus párpados

y en tu boca un grito callado fue tu adiós.

Pero vives, Andrés,

encerrados en las palabras de tus libros,

preso voluntario de tu Cali- calabozo

y gritas "¡Viva la música!"

mientras recorres,

calle arriba, calle abajo

con tus ojos que no se cansan

de coleccionar asombros

para la película de tus sueños.

Liberado del Cali-calabozo

habitante ahora de un mundo en sombras

buscas para proyectarlas

en el telón de nuestros sueños

historias alucinantes

sombras grotescas

para escribir otra historia

en las manos del tiempo.

(Yolanda Delgado de Tenorio)

Licenciada en Literatura, Universidad del Valle.

Primer Premio Encuentro de mujeres Poetas Roldanillo Valle.

Primer Premio en Poesía "Palabras Autónomas", Universidad Autónoma Cali 2010.

Integrante del Taller Literario "Palabras Mayores" de Renata, Ministerio de Cultura, dirigido por Alberto Rodríguez.

Cali la sucursal del cine

¡Caicedianos! Regresamos con mucho tiempo y entusiasmo para seguir El Festival Internacional de Cine Cali. Dedicado a nuestro escritor y crítico de cine Andrés Caicedo.

En la segunda versión del festival, llega desde Estados Unidos, su hermana Rosario Caicedo; desde Chile, Alberto Fuguet, director y escritor. Autor de "Mi cuerpo es una celda" sobre Andrés Caicedo. Quien además participa con páneles, clases magistrales y sus propias películas; desde Argentina el joven Francisco Forbes, estrena su largo metraje: "Noche sin fortuna" y Harbyn Patiño con "Infección". Colombia participa con una serie de cortos y largo metrajes de escasa difusión, como la última entrevista a Andrés Caicedo, una semana antes de morir, realizada por Colcultura; "Andrés Caicedo y Gonzalo Arango" de Álvaro Perea; "Siempreviva" de Paula Trujillo, César Castro y Alberto Bejarano. "Retrato de Andrés Caicedo" de Lina Hincapié y Luis Mosquera; Sumados a éstos, los filmes más conocidos como "Unos pocos buenos amigos", de Luis Ospina; "Calicalabozo", de Jorge Navas; "El ángel del pantano", de Oscar Campo, entre otros.

Cada actividad la ampliaremos oportunamente. Sólo resta pedirles que se preparen desde este viernes 29 de octubre hasta el domingo 7 de noviembre, porque:

"Hoy queremos que Caliwood no sea tan sólo un chiste del pasado, sino una broma que queremos mantener viva a través de nuestro festival de cine". Puntualiza Luis Ospina (Poncho) director artístico del Festival. http://www.festivaldecinecali.gov.co/

"De muerto no tengo na" 32 del Adios

Por Ángelarosa

A quien desee enterarse rápido sobre Caicedito

El 4 de marzo de 1977( luego de un agobiante 1976), pasado el medio día, Andrés Caicedo, decide terminar con sus días en el Edificio Korkidi de la Avenida Sexta de Cali.

Siempre lo predijo, lo repitió y cumplió. No quería ser grande, no se sentía preparado para ello.

Sufría de un fuerte complejo de Edipo, que nunca superó.

Solicitaba constantemente: una mano amiga, un buen consejo, alguien que confiara en su persona y talento.

Como el adolescente, que siempre fue, le emocionaba armar la rumba, irse en compañía de Remington, su máquina de escribir.

Por cosas como esa, se ganó el apodo de Capitán Metralla: clack, clack, clack, clack.

En circunstancias como esa, escribió "Maternidad", considerada por él mismo, su obra maestra.

Como el melómano que era, acostumbraba escuchar música a todo timbal.

De la salsa, le apasionaban los cueros y el tumbao, pero sólo bailaba los ojos, porque "era mas tieso que varilla, mas tieso que pinga de burro, mas tieso que echarle bala a la policía".

Del Rock, adoraba por callejeros, a las piedras rodantes: The Rolling Stones.

No sobra contar, que despreciaba, por burgueses, a los cucarrones: The Beatles.

Pues Caicedo era así, toposo para hoy, tirrioso, para entonces.

Esto último, me lo contó Guerrerito, su amigo de Ciudad Solar.

Caicedo era: hermoso, intenso, tartamudo e hiper activo. Desproporcionado en todo y para todo.

Fundó de una sola: El Cine Club de Cali, en el Teatro San Fernando, el San Fercho.

Editó la Revista Ojo al Cine, la mejor del género en su época. De la cual se editaron cinco números.

No pudo terminar con su amigo Mayolo, la película: "Angelita y Miguel Ángel. Por divergencias en lo que sería el fin. Caicedo quería terminara enfocando el nortecito y Mayolo el sur. Éste, sabía más del que hacer técnico y el otro más de crítica. Pero en realidad, lo que pasó, (dicen sus amigos) fue el encuentro de dos egos elevados.

A menudo le daba la sensación de trabar solo.

Cuando se fue a vivir a Bogotá, sintió que sus mejores amigos le abandoban.

Finalmente, sucumbió en su Calicalabozo. Donde sentía la estrechez de su clase social; conservadora y convencional.

No crean que siempre fue drogo, pues este chico fue muy protegido. De aquellos que no dejan salir de casa.

Cayó en esa trampa a los 19, y no pudo escapar de ella,

tampoco se lo propuso con determinación, y esto le llevó a la muerte.

En vida, sólo publicó dos libros: "El atravesado", que patrocinó su mami Nellie Estela, para el cumpleaños en 1975 y "Que viva la música!", publicado en 1977 por Colcultura, entidad oficial que dirigía el poeta Juan Gustavo Cobo Borda.

Murió, en los dias del Festival de Cine en Cartagena.

Desde allí sus dos amigos se manifestaron: "Como puede suicidarse un hombre, que estaba tan feliz, porque acababa de comprar una nevera?" Poncho Ospina

A Mayolo le preguntaron: ¿usted no es que venía con un amigo? (Andrés Caicedo). sí pero él se marió.

En 1971 Cali pasó de población a ciudad, con los VI Juegos Panamericanos, evento, que obligó a transformaciones arquitectónicas y culturales, lo que se referencia en la obra de Caicedo, como la feroz época.

De aquellos pocos amigos, unos lograron mantener el equilibrio encimita del infierno, y se hicieron directores de cine y profesores de la U. Otros sucumbieron al Cali canibalismo, conocieron la indigencia, el alcoholismo y las consecuencias que tanta mala vida deja.

Pero nosotros, habitantes de otra época quizás más antropófaga que aquella, aún tenemos la vida para tallarla.

Memorias de la visita a nuestro colegio del escritor Arturo Alape, autor de "El Bogotazo" y "Sangre Ajena", entre otros . Junio de 2006. (q.e.p.d.)

Dedico esta reseña, a la memoria del escritor Arturo Alape y a mi estudiante Kevin Eduardo Restrepo, del grado 10- A, quien ha leído con fruición la mayor parte de la obra de Arturo Alape y desea ser escritor como él. (En estos momentos Kevin lee: Mirando al final del alba).

"Aquí me tienes, vine a cumplirle a tus muchachos" Así me saludó Arturo Alape, mientras le abría las puertas del colegio. En realidad, Alape era el seudónimo de Carlos Arturo Ruiz.

Cuando lo vi llegar, también descansé, pues la expectativa de mis estudiantes era alta, porque hasta ese entonces, en 23 años de fundación del colegio Santa Teresa de Jesús Fe y Alegría, nunca un escritor de la magnitud de Arturo Alape, los había visitado. Es más, llegaron a dudar que un personaje como él, los visitara. Lo más tenso, es que en mí, recaía el reto de sostenerlos en la ilusión, deseaba demostrarles entre otras cosas, que el panorama de los escritores, no es el intocable Olimpo de los dioses griegos, que tanto ellos como nosotros, somos seres humanos con valores, carencias y sueños.

Para bien de todos, Alape hizo su gala con sencillez y sabiduría. Así como era él. Estas cualidades del escritor las tuve presentes desde el inicio, debido a lo vulnerable población de la comunidad estudiantil. Por ser así, como era Alape, acepté su iniciativa de conocer a mis estudiantes, porque fue suya la idea, en vista de que en su taller literario de la Biblioteca El Centenario, me refería a ellos con entusiasmo, cómo bailan, cómo actúan, cómo cantan, cómo componen. Alape, nos visitó y entre acto y acto, me decía: "Estos muchachos son como tú los trates, no vayas a pasar tú, de ser Docente a ser Indecente, que todo lo que te vayas a quedar aquí, sea por ellos y no más por ellos", me lo dijo con esa ternura de padre, con la que solía tratarme.

Recordemos, que el escritor, provenía de un suburbio caleño, del cual nunca se avergonzó, por el contrario, lo asumía con orgullo. Alpe, nació en pleno centro de Cali, cerca a la estación de policía Fray Damian, como quien dice, plena "olla".

En Bogotá, vivió la mayor parte de su tiempo y realizó un trabajo de escucha y escritura con los jóvenes de Ciudad Bolívar. Sus libros: Sangre Ajena y Ciudad Bolívar: la hoguera de las ilusiones. Son el fruto de esos talleres- conversatorios.

Ya en el cubierto u aula múltiple del colegio, las representaciones de los estudiantes se prolongaron por hora y media; recreando el universo literario de Sangre Ajena. Pero, con todo el dolor del alma, tuve que recortar algunas participaciones, por quebrantos de salud de Alape, quien hacía esfuerzos sobre humanos y se fatigaba con frecuencia. Por mi parte, sufría por partida doble: por un lado, la debilidad física del escritor (leucemia terminal) y por el otro, la frustración de los chicos que se quedaron disfrazados.

Pero Alape, para responder a las expectativas de centenares de corazones que querían escucharle, se dirigió por separado, a los mayores entre los grados 8º a 11º. Les compartió experiencias como escritor y pintor. De allí pasó a la biblioteca, y como todo abuelito, se sentó a leerles a los pequeñines de pre-escolar y primaria (despreció silla mecedora, pues ya le costaba trabajo levantarse) Distribuyó su tiempo en dos momentos. En el primero, narró la historia de la araña tejedora y el segundo momento, con libro en mano, leyó, El Caimán Soñador, de su autoría y dedicado a su hija menor, Paloma. Quien ronda los 16 años.

Cuando Alape pasó a dirigirse a los muchachos, un solemne silencio lo apoyó. Era el respeto, la estupefacción y el agradecimiento de tenerlo entre nosotros. Yo lo acompañé en la mesa, mientras contemplaba en su semblante el anuncio del adios. Arturo, con su voz de susurro, les habló de su infancia en la "olla" de Cali, cerquita de la estación de policía del Fray Damian, quizás para ilustrarles que él no siempre fue famoso, porque cuando era niño, no pudo estudiar como fue su mayor sueño, tuvo que dedicarse a vender ropa interior y fina lencería en los burdeles, así empezó a recoger historias. Ya de joven se volvió andariego y recorrió el país a pie como lo ha hecho, Alfredo Molano, otro escritor, periodista e historiador colombiano. Fueron los años que empezó a militar como Líder juvenil del partido comunista, conocido en ese entonces como la JUCO. Chicos, eran épocas de utopías; grandes sueños para cambiar el mundo.

Entonces Arturo Alape, se internó en el monte, creyendo seguir sus sueños, pero el paludismo, lo sacó por el río en una canoa hasta la civilización, con altas calenturas. Y en esas, tuvo una visión que le mostró su verdadera vocación, ser escritor, historiador y pintor. Por eso, los libros de Alape, siempre nos hablan del rumor del río. Pero también nos hablan, de pasos en los techos, pues de niño, en los toques de queda en 1948, nunca supo de quién eran esos pasos, pues no los dejaban salir. Para averiguarlo escribió El Bogotazo, el libro que lo hizo famoso. Siempre se preocupó por la falta de memoria de los pueblos y por la historia patria no contada, la de los perdedores, de los eternamente fugitivos y del amor al prójimo. Su gran dolor de vida, fue no conocer a su padre. Su madre Tránsito, siempre le decía: tu padre era muy inteligente y se fue en un tren huyéndole a la violencia. Por eso, en su obra, aparecen las esperas de niños por sus padres, a veces a la orilla de la carrilera, trenes que nunca traen al padre.

Cuando le preguntamos cuál era la diferencia entre ser escritor y ser pintor, Alape, respondió, que la diferencia radicaba en la posición, es decir, escribía y leía sentado y pintaba de pie.

Murió en Bogotá, partió con la esperanza, de encontrarse en la estación de la muerte con su padre.

Su última voluntad fue, que lo devolvieran a ésta, su ciudad, que lo incineraran y lanzaran sus cenizas al viento, desde el Cerro de Cristo Rey. No pudimos ir. Su hijo Manuel, en contra de muchas voluntades, se empeñó en que esta despedida fuera privada y no pública.

Sus amigos de Cali, lo vimos por última vez, el 7 de agosto de 2006, cuando vino a la Biblioteca Departamental, a conmemorar los 50 años de la explosión de los siete camiones de dinamita, en las antiguas bodegas del ferrocarril. Tema del que fue amplio conocedor.

Todos sentimos en aquella vez, el adios definitivo con el escritor y amigo.

Alguien entre charla y desgarro le dijo: "Alape, ya estás viviendo con Sangre Ajena". Lo dijo, porque Alape, estaba en la fase terminal de la leucemia y sus últimos meses los sobrevivió gracias a transfusiones sanguíneas. Dos meses más tarde murió. Él, no quería irse, tenía entre manos, rescatar la memoria caleña, así como lo hizo con Memorias del olvido, otra manera de llamar El Bogotazo.

Gracias, Arturo, por haber elegido nuestro colegio Santa Teresa de Jesús Fe y Alegría Regional Cali, para tu última presentación pública.

Gracias, ante todo, por mostrarnos la vocación de la escritura y la educación, a favor de una sociedad más equitativa y solidaria.

Aquí estás Alape, presente en esta brisa caleña.

Tus amigos y amigas te recordaremos siempre.

Ángelarosa

¿Quiénes son los del Grupo Caicedo: Muchos Buenos amigos?

"Si dejas obra, muere tranquilo, confiando en unos pocos buenos amigos" ¡Qué viva la música! Andrés Caicedo.

Nosotros somos muchos buenos amigos, porque el universo, urge de la hermandad y del arte en tiempo de globalización.

El Grupo Caicedo, está conformado por chicos y chicas entre los 12 y 16 años de edad. En su gran mayoría residentes del barrio Alto Nápoles, Hasta allí, se llega en camperos 4x4 o en taxis con buena tracción. Se asciende, por medio de una carretera maltrecha, que inicia en la carrera 80 con calle 5ª. De allí son los chicos y chicas, de gran talento y en principio esquivo corazón, que te hacen enamorar del Cali sur, en Caicedo, justificando el quehacer pedagógico y el amor por Caliciudad.

Además de ellos, este colectivo también acoge chicos de otros colegios y universidades, como Carlos Segovia, a quien conocimos como estudiante de 11 y ahora reside en Argentina donde adelanta el pregrado en cine; Cindy Muñoz ,fotógrafa independiente; Esteban Oliveros, estudiante de ingeniería, Universidad del Valle; Liliana Viáfara, estudiante de ingeniería industrial del ICESI.

El grupo surge en el año 2005, como laboratorio de clase, el cual inicio con la pregunta:

¿Cuál es la pertinencia y vigencia de Andrés Caicedo, como escritor dirigido a la juventud?

La respuesta fue inmediata. Absoluta pertinencia, enganche inmediato. Ese fue el reflejo de mis estudiantes, al momento de leerles los primeros párrafos de "El atravesado" . Razón suficiente para empezar la andadera de arriba abajo y de izquierda a derecha" y en vista de la acogida, complementarla con profundizar la obra, la historia de la ciudad, explorar las bellas artes .

Con libro en mano, comparamos los lugares de ayer y de hoy, que pertenecen al universo caicediano: Parque Versalles, Ciudad Solar, Avenida 6ª, Teatro San Fernando, etc.

Esta experiencia, se enriqueció con visitas escolares de personajes como Arturo Alape, (q.e.p.d.) autor de "El Bogotazo"; el escritor chileno Alberto

Fuguet, director de cine y escritor; Pakiko, documentalista, director de "Función de Gala"; Halaix Barbosa, productor del largo metraje "Calicalabozo" acompañado de su esposa, la pintora japonesa Haruna Matzura, (Flor de Primavera) entre otros.

Con igual entusiasmo entrevistamos familiares como Vickie, hermana mayor, a su papá don Carlos; a los amigos Guillermo Lemos, Hernando Guerrrero, etc.

Tenemos mucha reserva en el tintero: fotos, entrevistas, videos, pero lo más importante, está en compartir resonancias esta experiencia pedagógica y ciudadana.

Bienvenidos y Bienvenidas, a otro rincón del pegajoso Andrés Caicedo.

Atentamente: Cuarentona, con ímpetus adolescentes

41 Salón Nacional de Artistas / Ciudad Solar

El pasado sábado 24 de enero de 2009, con motivo del 41 Salón Nacional de Artistas, se reunieron en Lugar a Dudas, los artistas que integraron Ciudad Solar, con el fin de ofrecernos sus recuerdos en el conversatorio denominado: Ciudad Solar.

Luis Ospina, Hernando Guerrero, Ramiro Arbeláez, Pakiko Ordoñez, Miguel González y Oscar Muñoz, éste director de Lugar a Dudas. Se dieron cita para recordar el periodo comprendido entre 1971 y 1977.

Fue ocasión para que la invitada Katia González, artista plástica y viuda de Alape, compartiera aspectos de su tesis de posgrado, centrada en los Artistas del Cali de los años 70.

Empezó Hernando Guerrero, con el desenfado que lo caracteriza: "En ese momento, la fama se la llevaron Richie Ray y Ciudad Solar, algo injusto con La Tertulia". Quizás dice injusto, porque los jóvenes de Ciudad Solar, "Rebeldes sin causa", como la película de Nicholas Ray, tenían propuestas estéticas no oficiales diferentes a las de artistas ya reconocidos. "Ciudad Solar era un sitio de puertas abiertas, donde se le daba posada a todos los que pasaran por allí de otros países." En otras palabras jóvenes: Ese estilo de vida, se llamó Comuna hippie.

Continuó Luis Ospina, tan sereno, plácido y sonriente, como en las cartas de Andrés: el eslogan de Ciudad Solar era "Ciudad Solar, abre sus puertas para siempre". Se fundamentaba en la estrecha amistad de Andrés Caicedo y Hernando Guerrero. Este último propietario de la casa en mención.

Además, prosigue Poncho:"Me alegró mucho conocer un cinéfilo como yo, aunque más chiquito. (menor). Se conoció con Andrés, en el año 71, cuando venía de Estados Unidos, donde estudiaba cine, para pasar vacaciones en Cali. En ese año se iban a dar los VI Juegos Panamericanos".

La tertulia terminó entre añoranzas juveniles, representadas en fotos, proyecciones, anécdotas y amables respuestas a las preguntas de los asistentes.

En general, asistimos a una velada cálida, principalmente porque contertulios y público, estuvimos sentados al mismo nivel, como en la sala de nuestra casa. Con "picada" de tostaditas de plátano, aderezadas con hogao valluno, marranitas, exposición de libros en estanterías sin vidrios y salsa brava de Richie Ray and Bobbie Cruz y rock de Rolling Stones.

El tema no se agota. Siempre habrá mucho por contar de Ciudad Solar.

Mientras tanto, visiten Lugar dudas: http://www.lugaradudas.org/

Ángelarosa